Sacude la zapatilla para retirar el exceso de suciedad.

Usa un paño y frota suavemente sobre las manchas superficiales en la tela.

Usa un cepillo suave, que te ayude a lavar el polvo de la superficie, teniendo cuidado de no raspar el material exterior.

Enjuaga el paño con agua tibia y aplicalo en las mismas áreas para quitar el detergente.

Seca tus zapatillas a temperatura ambiente, agrega papel toalla en el interior para absorber la humedad.

Lava o reemplaza tus cordones

Quita las plantillas, lavalas bien y dejalas secar en la sombra