Ante un mundo inundado de inmediatez y tecnología, el espacio para las emociones y sensaciones que se dan con el contacto físico se va dejando de lado. Esto ha generado un anhelo de conectarse de nuevo con la realidad y el deseo intenso de sentir.

Por eso debemos buscar conectarnos con nosotros mismos, buscar esos momentos donde las emociones y sensaciones vuelven a despertar. Y esos momentos son más intensos cuando nos conectamos, cuando pensamos menos y sentimos más. Porque si bajas el ruido del exterior, el nivel de los sentidos sube y un verdadero mundo se revela y se eleva al máximo, así como la sensualidad.